Pregunta: ¿Es correcto que en unos 3 a 6 meses necesitaríamos una valoración en persona para la aplicación del láser JBL4, y que dependiendo de los resultados, habría más aplicaciones necesarias, además de seguir una buena alimentación y cuidados como el uso de protectores solares?
Respuesta:
Sí, está en lo correcto. Incluso antes de seis meses, debemos ir añadiendo recursos útiles y ajustando el protocolo de tratamiento según las evaluaciones. Cada evaluación nos permite enriquecer el protocolo basándonos en las señales observadas utilizando métodos de visión especial. Esto incluye la ausencia de atrofia, la presencia de vellos tipo lanugo, la presencia perifolicular e interfolicular, y la ausencia de signos como confeti y Koebner positivo.
El proceso implica metilar los genes detectados y comprometidos, añadiendo grupos CH3 para silenciarlos, evitando así que la próxima proteína produzca cambios perjudiciales. Este es un proceso continuo que supervisaré tanto como me lo permitan.
Es crucial estar sincronizados y atentos, ya que en ciertos momentos se abren ventanas de pigmentación. Es en estos momentos cuando debemos intensificar el tratamiento para aprovechar las oportunidades de pigmentación antes de que se cierren. Lo que recuperamos no se vuelve a dañar, asegurando y protegiendo esas áreas. Anticiparemos los próximos lugares de aparición de la enfermedad con meses de antelación, lo que reducirá la supervisión a medida que la paciente salga de la adolescencia, ya que las probabilidades de brotes disminuyen.
En mi experiencia, he visto casos de recuperación significativa en períodos cortos, como recuperar toda la cara en dos meses con tratamientos intensivos.
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