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El Polen o el polvo y Las Alergias: Una Fiesta Inesperada en Nuestra Nariz.
¿Alguna vez has sido el anfitrión inesperado de una fiesta? Imagina llegar a casa un día y encontrar tu sala llena de visitantes inesperados. Esa sorpresa, ese ¿qué está pasando aquí? es similar a lo que nuestro sistema inmunológico siente cuando entra en contacto con los alérgenos, como el polen.
Los alérgenos del polen son como esos invitados inesperados. Solo están dando un paseo por el aire, disfrutando de la brisa. Pero cuando deciden hacer una visita a nuestra nariz, es como si hubieran entrado a la fiesta sin ser invitados.
Nuestra nariz, siendo el amable anfitrión, tiene una reacción instantánea. Es similar a cuando vemos una mosca en nuestra sopa y queremos sacarla de inmediato. Así, al entrar estos alérgenos por primera vez en el tejido nasal, el sistema inmunológico no-específico nos envía una señal para estornudar. Es nuestra forma de decir "¡Hey, no te invité! Fuera de aquí". Los alérgenos encuentran células de plasma en la nariz, que rápidamente crean anticuerpos. Es como si nuestra nariz tuviera pequeños guardias de seguridad que se ponen en acción inmediatamente.
Ahora bien, estos anticuerpos son un poco exagerados en su trabajo. Se adhieren a los mastocitos, unos glóbulos blancos llenos de una sustancia llamada histamina. Y, al igual que un globo lleno de agua, mientras más anticuerpos se adhieran, más histamina liberan los mastocitos. Esta histamina es la que produce los típicos síntomas de alergia. Imagina que es como el confeti que se lanza en una fiesta sorpresa, solo que en vez de ser algo agradable, nos deja con nariz tapada, estornudos y ojos llorosos.
Pero, ¿sabías que hay un lado oscuro de las alergias intensas y recurrentes? Al igual que una fiesta que se sale de control y daña tu casa, las alergias intensas pueden desencadenar enfermedades inmunológicas. Por ejemplo, algunas personas desarrollan manchas blancas en la piel, conocidas como vitiligo. Es como si, tras muchas fiestas sorpresa, las paredes de tu casa empezaran a mostrar desgaste.
Afortunadamente, contamos con herramientas para manejar estas "fiestas inesperadas". Los antihistamínicos son como esos amigos confiables que llegan a ayudarte a poner orden. Y aún mejor, hay vacunas y otras medidas que actúan como sistemas de seguridad para evitar que estos invitados inesperados entren en primer lugar.
Así que la próxima vez que sientas esa picazón en la nariz y los estornudos inminentes, recuerda que es solo tu cuerpo tratando de manejar una fiesta sorpresa. Y si puedes, toma medidas para asegurarte de que estas fiestas no se vuelvan demasiado frecuentes. ¡Salud!
OYE
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